›El proyecto

Academia Huayu es un proyecto que nace con el propósito de satisfacer el creciente interés que el chino mandarín y su cultura despierta entre un nutrido número de jóvenes, padres y educadores. Nuestro equipo está formado por un grupo de docentes, investigadores y estudiantes de lengua china con certificados oficiales que acreditan sus niveles de comprensión y expresión oral y escrita en chino. A todos nos une la pasión por el estudio de la cultura de este país y de su lengua.

›El equipo

La diversidad del equipo en cuanto a sus diferentes nacionalidades (nativos chinos de distintas regiones y provincias, españoles, europeos) transmite a nuestro alumnado, de manera natural, la riqueza personal que supone el intercambio cultural. Asimismo, desde el primer momento, nuestros alumnos reciben una atención personalizada y adaptada a sus necesidades para que el aprendizaje sea el adecuado y más efectivo. Nuestro objetivo es que los estudiantes se sientan en todo momento cómodos y respaldados por nuestro equipo para que el aprendizaje resulte motivador y así sacar lo mejor de cada uno.

›¿Por qué Huayu?

Huayu ofrece un programa de enseñanza de la lengua china enfocada especialmente a niños y adolescentes no inmersos en el entorno lingüístico chino mandarín. Este proyecto pionero en Andalucía pone a su disposición cursos de iniciación de la lengua china para niños a partir de cuatro años. La gran ventaja de empezar a estudiar chino desde esta edad es, por un lado, la gran plasticidad cerebral de los pequeños a la hora de aprender un idioma nuevo y, por otro, la facilidad que tienen los niños para asimilar la pronunciación y aprender la escritura de manera progresiva, tarea más compleja para un adulto por sus compromisos tanto laborales como familiares.

Los pilares de nuestro método

Flores de loto en tierras de Occidente

Lo de «China es el futuro» es un estribillo que llevamos escuchando durante muchos años. ¿Y si las flores de loto ya hubieran tocado suelos occidentales? Nuestra milenaria Europa ya ha tendido las manos para abrazar el coloso de ojos rasgados, así que en los anales de la historia contemporánea se dibuja un mundo nuevo en el que las fronteras entre este y oeste se parecen cada vez más a la representación simbólica del Yin y Yang. El reflejo tangible de este cambio de ruta se percibe en cómo la economía occidental pisa fuerte y guiña a los mercados asiático, a la vez que el ojo europeo mira a su hermano asiático con curiosidad e interés hacia su cultura milenaria.

Si todo es comunicación, en el panorama actual aprender chino se convierte en una necesidad primaria para abrirse paso con fuerza en un mundo laboral cada vez más competitivo, en el que el grado de exigencia y formación crece a medida que pasa el tiempo. Por tanto, colegios, institutos, universidades y academias de idiomas de toda España se «manchan» de tinta china para responder con contundencia y eficiencia a las nuevas demandas de un mercado en continua metamorfosis.